30 de octubre de 2012

Wert y la tentación metonímica

Josep Maria Cuenca

[Artículo originalmente publicado el 17 de octubre en La Lamentable (lamentable.org).]

Foto caricatunya.blogspot.com.
Es una pena que el alud de comentarios y opiniones provocado por las acéfalas palabras del ministro Wert no haya servido para introducir un poco de racionalidad en el debate del así llamado problema catalán. De hecho, para lo único que ha servido ha sido para que la comunidad nacionalista catalana ponga en marcha una vez más su deletéreo oportunismo y para que la candidez de mucha gente lo secunde sin más (y con Mas, claro está). Me entristece y agota comprobar cómo gentes que considero honestas han recurrido a argumentos simplistas, incompletos y en el fondo falsos para impugnar la estúpida torpeza del ministro de educación, cultura y deporte. Me refiero exclusivamente a las personas de convicciones igualitarias (por decirlo de un modo genérico), puesto que las opiniones de los nacionalistas de uno y otro lado, o sea, de los derechistas (por decirlo de un modo simple y claro), sólo las tomo en consideración para rebatirlas por su simplismo, incompletitud y falsedad.

27 de octubre de 2012

Cicuta para el café con leche

Constelación

El pasado 30 de septiembre, Alberto Luque publicó en Constelación un texto sobre el periodismo crítico de cafeambllet.com y sobre las consecuencias penales a que se podían ver expuestos sus miembros tras denunciar públicamente a varios individuos vinculados a CiU por hacer negocio con la sanidad pública catalana (“En defensa del periodismo crítico: cafeambllet.com). Pues bien, la gente de cafeambllet.com ya ha sido condenada, como se explica en el vídeo adjunto. El asunto indigna e inquieta a partes iguales, pero también resulta muy informativo acerca del “palo” de que va el equipo humano que acompaña al Gran Timonel Artur Mas hacia la libertad y la democracia denominación de origen CAT. Algo huele a podrido en Neopàtria (la de aquí, no la de Grecia).

21 de octubre de 2012

Lo invisible no es necesariamente silencioso y puede ser muy bello

Josep Maria Cuenca

Rosa, la cantante del grupo H de Ada.
El pasado 20 de octubre asistí a un concierto que el grupo H de Ada dio en la sala Circus de Cerdanyola del Vallès. Fue una experiencia grata y emocionante, al tiempo que me indujo a reflexionar acerca de las condiciones en que intentan hacer su camino al andar algunas gentes del así llamado mundo de la cultura que poseen talento pero carecen de medios. Que es, sin duda, el caso de los H de Ada. Este grupo de seis componentes cuenta con poco más de un año de vida y algunos de sus miembros se han incorporado a él hace sólo unos meses. No son profesionales, pero tienen calidad para serlo. No tienen facilidades para disponer de un local de ensayo, pero lo han conseguido. No les sobra el tiempo, pero lo encuentran para poder satisfacer su deseo de sentirse músicos. Ahora mismo buscan su público y no es ningún disparate suponer —poéticamente, por así decirlo— que alguien está esperando descubrirlos sin todavía saberlo.

18 de octubre de 2012

Manifiesto federalista


Ilustración de la revista satírica La Flaca (1870).
El manifiesto federalista que reproducimos ha sido publicado en la web Federalista i d’esquerres, donde hallaréis también el texto en catalán, la lista de los adherentes, la dirección de contacto y los comentarios que va suscitando entre sus lectores allí. No lo reproducimos porque lo secundemos, sino porque nos parece importante discutirlo, ni más ni menos que el resto de los pronunciamientos políticos de derecha o de izquierda, nacionalistas o antinacionalistas, y por ser una muestra viva y polémica de los temas que vienen tratándose en Constelación desde hace meses.

Por la justicia social y la razón democrática
Llamamiento a la Cataluña federalista y de izquierdas

15 de octubre de 2012

Criminalia curiosa: El delito fingido

Alberto Luque

No sé muy bien qué es verdaderamente la criminología. Mi interés en el asunto no ha sido tan grande como para leer algo más que a los clásicos de los siglos xviii y xix: Beccaria, Lombroso, Silvio, Garofalo, casualmente Vucetich… Respecto a la criminología más actual, mi conocimiento es fragmentario e indirecto, aunque bastante cumulativo: procede de la literatura y el cine, de la prensa cotidiana, de tratamientos marginales en estudios de más amplio espectro sociológico, y de algún que otro artículo sobre el particular. Además, ese interés personal y parcial en esa ciencia no se centra en el conocimiento pericial de sus técnicas, sino más bien en la estructura de sus categorías lógicas, como fuente de modelos argumentales, digamos.

8 de octubre de 2012

Pensar, crear, resistir: las armas de Deleuze

Xavi López

Gilles Deleuze como Lamennais en George qui?
(Michèle Rosier, 1973).
I would prefer not to“ (preferiría no hacerlo). La frase de Bartleby, que hoy día está ya algo manoseada, representa bien todo lo que fascinó a unos pocos estudiantes de filosofía de la segunda mitad de la década de 1990 en el pensamiento de Deleuze, especialmente de su valoración de las artes. La frase ponía sobre la mesa el problema del estilo, algo que suele preocupar mucho a los jovenzuelos narcisistas, aunque no sólo a ellos. En el “Bartleby de Deleuze” esos estudiantes, de los que yo formaba parte, no veíamos al rebelde metafísico nietzscheano, sino algo distinto; era una fórmula cargada de frescura, alejada de las lecturas heideggerianas de Nietzsche que venían de Italia (Vattimo) y de las teologías encubiertas (Lévinas). El modelo del rebelde en Deleuze era alguien totalmente ajeno al mundo intelectual: el escapista, el funambulista o el acróbata, el clown, es decir, un tipo de artista, pero también el nómada que borra tras de sí sus propias huellas, o incluso la Pantera Rosa, que pinta de rosa el mundo para así hacerse imperceptible. Cierta dosis de inocencia era fundamental en esos personajes. Eran una afirmación de la vida a través del juego, a través de la actividad artística, y se oponían, casi sin saberlo, al resentimiento, a la angustia que identificábamos no sólo con la imagen burguesa del mundo, sino también con la conciencia militante obrera, seria, sin humor, culpabilizadora.

2 de octubre de 2012

La paradoja de la tolerancia

Alberto Luque

La paradoja de la tolerancia es bien conocida, aunque, como otras paradojas, quizá es poco y mal comprendida. Se parece a la paradoja del embustero o a la del escéptico radical. Estas paradojas tienen un sentido lógico-gramatical estricto, que es hasta cierto punto banal y sin verdaderas consecuencias reales, prácticas, como una simple broma. Pero al mismo tiempo tienen un sentido no literal, sino pragmático, real, social. En el primer sentido, de puro juego verbal, la paradoja del escéptico radical consiste en que afirma falsamente que debe dudarse de todo, pues entonces no puede dudarse de que hay que dudar de todo…